Fueron dos horas de piedra y gases lacrimógenos. Marcelo Gallardo encaró la vergüenza de jugar un partido de fútbol en estas condiciones. Le hizo honor a su apellido.

Al final del partido señaló que jugar un partido de fútbol así “no es normal” y que resulta imposible “abstraerse de lo que pasa”.  

Aunque River logró el empate al final del juego, el resultado para él resultó “anecdótico”.

La banda sonora del partido fueron los estallidos de las papas bombas y de la Policía peleando con los manifestantes. Por eso el juego se suspendió a los 22 minutos.

«Uno no se puede abstraer de lo que pasa. No es normal jugar en una situación tan inestable como la del pueblo colombiano. Hubo gases lacrimógenos, estallidos, estruendos… no podemos mirar para otro lado. El resultado es anecdótico. No nos podemos ir contentos hoy».