Mientras ‘Tiburones’ y ‘Gallinas’ disparaban a la puerta de Armani y Viera. Afuera del estadio Romelio Martínez la Policía y los manifestantes también se disparaban, pero gases lacrimógenos de un lado contra piedras y papas explosivas de otro.
El plantón que se convocó desde temprano con el lema “si no hay paz no hay fútbol” terminó en una batalla campal de aproximadamente dos horas de duración, entre las 5 y pasadas las 7 de la noche.
La Policía realizó los respectivos anillos de seguridad alrededor de la zona , “los manifestantes tumbaron las vallas y hubo necesidad de intervenir, ellos quisieron llegar hasta muy cerca al estadio y por preservar la seguridad de los deportistas hubo necesidad de intervenir. Durante toda la tarde quisieron ingresar y permanentemente los tuvimos que retirar”, dijo el General Diego Rosero, comandante de la Policía Metropolitana de Barranquilla.
En la avalancha de piedra el vandalismo afectó cajeros electrónicos de la zona y un supermercado, los vidrios del de un Cai fueron reventados se reportaron al menos 80 heridos, por lo menos hasta el final del partido.
La institución tampoco reportó capturados por estos desmanes.