La Gran Parada de Tradición en la Vía 40 fue un verdadero festín para los sentidos, ofreciendo un despliegue espectacular de talento y vibrante colorido este domingo.
El desfile se inició con el bloque Ancestralidad, donde las cumbiambas La Arenosa, El Cañonazo y La Revoltosa, junto con los grupos de disfraces colectivos, cautivaron con su sabor y energía.
La danza del Congo Campesino de Galapa, bajo la dirección del veterano José Vicente Guette de 87 años, irradiaba tradición y vitalidad, mientras que los bailarines de la danza de Farotas de Talaigua deslumbraban con sus movimientos al ritmo de la música, cubriéndose del sol con sus tradicionales sombrillas.
Los Indios e Indias de Trenza Chimila hicieron un emocionante tributo a sus ancestros, los indios Caribe, mientras que la Reina Infantil, Samia Maloof Habib, deslumbró con un traje resplandeciente en homenaje a los Diablos Arlequines.
La emoción continuó con la presencia de Cipote de Garabato y la corporación folclórica y cultural Bambazú, cada uno aportando su propio ritmo y color al desfile.
En el bloque Alegría de la Sabana, la cumbiamba La Currambera y Gallo Giro añadieron su encanto, mientras que la Danza del Congo Moderno impresionaba con sus trajes coloridos y elaborados.
El desfile también contó con la elegancia del Cumbión de Oro y la alegría de las Reinas Populares en un vibrante homenaje a la Cumbia.
Desde las Danzas de los Coyongos hasta los Afrokings, cada grupo folclórico y de danza cautivó al público barranquillero con sus coreografías y expresiones artísticas.
La Gran Parada de Tradición también presentó una diversidad de bloques, desde Piel de Tambó hasta Fuerza Africana, cada uno destacando la riqueza cultural y la pasión de Barranquilla por sus tradiciones.
Finalmente, la Reina del Carnaval, Melissa Cure, brilló con un traje que evocaba la exuberante Selva Africana, cerrando con broche de oro un desfile lleno de magia y esplendor.