Por Ramiro Cañas Guerra
@raminews

Mi entrañable relación con el béisbol alcanzó su punto álgido cuando entré a un estadio de Grandes Ligas por primera vez. Fue al Truist Park de Atlanta, para ver Bravos vs Marineros.

En este punto de camino, los recuerdos de las voces de las transmisiones  de Telecaribe se venían a mi mente.
Escuchándolos, con la guía de mi padre,  recorrí mis primeras bases.

En mi condición de periodista deportivo, transmití al lado de grandes maestros de la  radio y la  TV nacional .

Por eso la emoción era innegable. Ya estaba en la Gran Carpa. Parecía niño en Disney. El espectáculo que admiré y narré , hoy lo veía en vivo.

El verbo se ajusta de manera literal.  admirando del show. La magnitud del estadio, el sonido, las luces y el buen comportamiento del público. Hicieron un día especial .