La salud mental en Colombia es una de las problemáticas que, si bien siempre ha existido, ante la llegada de la pandemia del COVID-19, las cifras se han desbordado y es un tema que nos compete a todos. Pero hoy me pregunto, ¿no es importante la salud mental de los cesarenses?
Negativamente, destaco que el Cesar, hace parte del 15% de los departamentos del país, donde no se han adoptado las políticas de salud mental. Ojo, no es un invento mío, porque así lo reveló la Defensoría del Pueblo, en un informe el pasado 10 de octubre, casual y vergonzosamente, en el marco de la celebración del Día Mundial de la Salud Mental.

“En nuestro informe de seguimiento a la implementación de la política nacional de salud mental, le recomendamos al Ministerio de Salud implementar medidas para asegurar la disponibilidad y accesibilidad de los servicios en todo el país, ya que hemos constatado que no tiene cobertura a nivel nacional, en especial en las zonas dispersas”, aseveró a través de su cuenta de Twitter, el Defensor del Pueblo, Carlos Camargo.

Sobre este tema, pude conocer que Juan Bermúdez, coordinador de esta área en Valledupar, le afirmó al diario El Pilón, que efectivamente en el departamento no se han adelantado estas políticas. Además, el mismo rotativo, afirma que Google reveló que las preguntas relacionadas con ansiedad y depresión son los temas que más googleados en nuestro país, al igual que las consultas relacionadas con la salud mental y cómo tratar estas enfermedades se han incrementado en los últimos 12 meses, siendo el término “ansiedad” el más buscado este 2021, que aún no acaba.

De igual manera, el Ministro de Salud, Fernando Ruiz, declaró lo siguiente, “estamos hablando de una endemia como posible resultado final y en una segunda fase vamos a ver el aumento de los casos graves no relacionados con covid-19 que por diferentes razones no fueron atendidos durante la pandemia. En una cuarta fase también veremos cómo los traumas mentales y el daño económico continuarán durante un tiempo”.

Ante esta situación y la horrible forma, si horrible, en que los mandatarios y funcionarios públicos manejan esto, yo, Álvaro Portilla Molina, un profesional de la salud, indignado por este atropello (solo lo puedo llamar así), tomo vocería para exigirles, si exigirles y no pedirles, porque la salud es un derecho fundamental. Les exijo que implementen estas políticas de salud mental, porque como lo dije al principio, por el Coronavirus, la cuarentena y reactivación, hay muchas las personas que han padecido algún episodio que ha afectado su salud mental y/o emocional, a los cuales es necesario someterlos a un acompañamiento profesional, que no se está brindando.

Cómo es posible que tengamos que pedir que se lleve a cabo la política de salud pública, en un departamento como el nuestro, donde hay tanto problema y que, en ocasiones, afectan directamente la estabilidad emocional de nosotros, los cesarenses. Señores dirigentes, la salud no es un derecho de unos pocos, es un derecho de todos.

Esta situación, es otra muestra de que, en las próximas legislaturas, demos el golpe sobre las urnas. Elijamos bien, con el fin de que no se revivan estas situaciones, no se abudineen los dineros del estado y que se lleven a cabo los programas para el bien común, no solo de unos pocos. Esto tiene que cambiar.

Por : Doctor Álvaro Portilla Molina