Si va a consumir pescados y mariscos, asegúrese de que estén frescos, a temperaturas de refrigeración o congelación y cocínelos completamente.

– Evite descongelarlos y congelarlos de nuevo y consúmalo en el menor tiempo posible.

– No reciba camarones o langostinos con manchas negras, olor desagradable o con desprendimientos, ni calamares con manchas extrañas, que no tengan piel lisa, suave y húmeda, así como pescado seco con puntos rojos o negros.

– Adquiera el pescado en establecimientos reconocidos y de confianza, que cumplan con las medidas sanitarias establecidas para su conservación y garanticen las condiciones básicas de higiene.

– Para los alimentos de enlatados el producto debe contar con un rótulo completo y presentar como mínimo la siguiente información: Nombre del producto, número de lote, registro sanitario, información del fabricante y/o importador, fecha de vencimiento impresa en el rótulo o la lata y no mediante adhesivo o con señales de adulteración, el envase no debe presentar fisuras, abolladuras, óxido, abombamiento, u otras señales de adulteración o deterioro.