El fútbol peruano nos regaló una escena digna de una película de acción: en pleno partido entre Sport Huaquilla y Magdalena CEDEC, el árbitro Luis Alegre sacó más que tarjetas… ¡sacó una patada voladora!
Todo ocurrió en el minuto 82, cuando un miembro del cuerpo técnico de Magdalena irrumpió en el campo con una botella en mano, aparentemente dispuesto a encarar al juez. Pero Alegre, en un movimiento más propio de un luchador de MMA que de un colegiado, le respondió con una patada que lo dejó fuera de combate. Y lo mejor: ¡nunca soltó la tarjeta roja!
El caos se apoderó del estadio y la seguridad tuvo que intervenir para calmar la situación. Mientras tanto, el árbitro sigue siendo tendencia: algunos lo ven como un justiciero de la cancha y otros piden que cambie el silbato por los guantes de boxeo.
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