Micaela Lavalle de Mejía, nacida el 15 de junio de 1882, es la única mujer en la historia en fundar un equipo de fútbol profesional. A sus 42 años, decidió crear un equipo porque sus hijos jugaban con bolas de trapo en el barrio Rebolo de Barranquilla.
Así nació el Junior en la Calle de las Vacas con Carrera 32. La falta de oportunidades en equipos establecidos como Boyacá, Valparaíso y Juventus del Colegio Salesiano impulsó a Micaela a formar el suyo. Además de fundar el Junior, Micaela fue madre de cuatro futbolistas: Gabriel ‘Vigorón’, Juan, Víctor y Marco, quienes formaron parte del equipo. Inicialmente llamado Juventud Infantil, Micaela Lavalle cuidó de su equipo como una madre. Compraba los uniformes y apoyaba financieramente al equipo, cuyos jugadores actuaban por amor al deporte, sin sueldo y con trabajos adicionales, muchos de ellos como zapateros. Practicaban en el estadio Moderno por las noches y Micaela lavaba los uniformes a mano en casa.
Micaela mantuvo el proyecto a flote con esfuerzo y dedicación, viendo al equipo crecer desde sus humildes comienzos. Falleció el 20 de abril de 1965, a los 82 años, sin conocer la magnitud que alcanzaría su creación. En vida, recibió un homenaje en 1926 por su entrega al equipo, pero murió sin saber que su nombre sería recordado por siempre. El legado de Micaela, una visionaria y luchadora barranquillera, sigue vivo. Junior, uno de los equipos más importantes del fútbol colombiano, le debe su existencia. Una pancarta en el estadio Metropolitano lo resume: «Micaela: ¡gracias por este amor tan insoportable!». Su pasión y dedicación han dejado una huella imborrable en la historia del fútbol colombiano.
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