El lateral del Junior, Walmer Pacheco, dijo que el buen momento que atraviesa con el equipo obedece a que se hizo “mentalmente fuerte”.

Pacheco admitió que le costó asumir el bajo nivel que mostró al inicio, pero obró con sabiduría y humildad y buscó ayuda para superar el impase anímico y futbolístico.

Me hice fuerte mentalmente. Quizá venía de un club donde no tenía tanta presión, como era La Equidad, y al llegar aquí, al ver que no agarraba mi nivel, me costó bastante desde lo mental. Gracias a Dios conseguí una persona que me ayudó a salir de ese bache”, anotó ante los medios de comunicación.

El jugador de 27 años dijo que sintió el cambio de jugar en un club en el que la presión de rendimientos y resultados no es la mejor, a pasar al Junior, equipo que permanece en el centro de los reflectores.

Hubo un cambio demasiado brusco, lo que era Equidad a lo que es Junior. Me desubiqué un poco cuando llegué, pero logré encontrar a esa persona que me está haciendo crecer, me está ayudando a confiar en mí, a entrenarme mejor”.

Pacheco admitió el regocijo al estar en el equipo de sus amores, camiseta por la que no ahorra gota de sudor.

Estoy muy feliz de estar acá desde el primer día que lo hice. Todos saben que desde muy niño soy hincha del equipo; respeto a cada uno de los equipos donde pasé. Es un amor muy grande saber que estoy en el más grande de la costa y cuando me enteré que venía me produjo emoción grande. Once Caldas es un gran rival y viene invicto; pero debemos tener en cuenta que son los 98 años del Junior y tenemos que hacer respetar la casa”.

Sobre la idea de juego de Juan Cruz Real, dijo que el equipo asimiló la filosofía del profesor.

Hemos captado el ADN del profesor que ha intentado implementar desde que llegó y esto lo hemos apreciado en condición de local; de visitante lo hemos intentado. Pero lastimosamente pequeños detalles no han permitido sumar tres puntos. Hay que seguir mejorando; tenemos un partido importante el domingo para sacarlo adelante”.