Una noche de apuestas en El Carmen, Manabí, terminó en tragedia el Jueves Santo. Al menos 11 personas fueron asesinadas y otras 9 resultaron heridas luego de que un grupo de sicarios fuertemente armados irrumpiera en una gallera, sembrando el terror en medio de un torneo de peleas de gallos.
Según informes de la Policía Nacional de Ecuador, los atacantes —unos 12 hombres vestidos con uniformes tipo militar— llegaron en tres camionetas y abrieron fuego sin previo aviso. El ataque ocurrió en la parroquia rural El Paraíso-La 14, cerca del límite con Santo Domingo de los Tsáchilas. Testigos grabaron la escena con sus celulares: se escuchan ráfagas de fusil mientras la gente huye y se esconde en medio del caos.
Además del sangriento atentado, los sicarios robaron al menos 20 mil dólares producto de las apuestas y la taquilla del evento. En el lugar quedaron abandonados uniformes militares y un vehículo volcado, mientras que otro automóvil apareció incinerado a pocos kilómetros, lo que refuerza la hipótesis de una fuga planificada.
El coronel Renán Miller, comandante de la Zona 4, aseguró que se adelantan investigaciones con apoyo de unidades de inteligencia. Se han recolectado evidencias clave como imágenes de cámaras de seguridad y objetos personales.
Esta masacre se suma a una ola de violencia que sacude la región: en lo que va del año, Manabí ha sido escenario de múltiples ataques relacionados con bandas criminales y el narcotráfico. El más reciente episodio refuerza el temor de la población y la urgencia de medidas efectivas de seguridad.
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