Con serenidad, fe y el corazón expuesto, María Claudia Tarazona, esposa del senador Miguel Uribe Turbay, se ha convertido en símbolo de entereza en medio de una de las pruebas más duras de su vida. Desde el atentado que sufrió su esposo el pasado 7 de junio, y que lo mantiene en estado crítico, ha enfrentado el dolor con dignidad, al tiempo que lidera, con voz firme y compasiva, una cruzada espiritual por su recuperación.
Este lunes, Tarazona emitió un mensaje cargado de esperanza y amor: “Hoy, con el corazón en la mano, tengo que decirles que Miguel está librando la batalla más difícil que habíamos transitado hasta el día de hoy”. Con esas palabras, pidió al país unirse en oración y solidaridad. “El día de hoy es crucial y necesitamos de todas las oraciones”, remarcó.
Mientras el país observa con atención la evolución médica del senador, María Claudia ha asumido el difícil rol de sostén familiar y vocera ante la opinión pública. Su actitud serena no ha pasado desapercibida. Lejos de encerrarse en el dolor, ha respondido con gratitud al respaldo recibido, agradeciendo las plegarias de ciudadanos, líderes religiosos y colegas políticos que no han cesado de enviar fuerza desde todos los rincones del país.
Más allá del drama personal, el testimonio de María Claudia es el de una mujer valiente, resiliente y profundamente humana, que no se rinde ante la incertidumbre. En sus palabras hay fuerza, pero también una convicción: que la vida de su esposo merece cada oración, cada esperanza, cada segundo de lucha.
Hoy, Colombia no solo ora por Miguel. También acompaña, en espíritu y admiración, a la mujer que no ha dejado de creer.