La mesura es la principal característica de Arturo Reyes, técnico del Junior, afirmación que se vuelve palpable en cada gesto, en cada declaración del estratega samario. Su temple sereno y su humildad han marcado una pauta en el mundo del fútbol, y tras la contundente victoria de su equipo sobre Botafogo en la Copa Libertadores, no fue la excepción.

En un partido donde el Junior brilló con luz propia, con los dobletes de Carlos Bacca y el tanto de Gabriel Fuentes, Reyes optó por desviar los reflectores hacia sus jugadores, en lugar de acaparar el protagonismo para sí mismo. «El mérito siempre será de los jugadores», afirmó con claridad el técnico, reiterando su fe en el trabajo colectivo.

Reyes no es de aquellos que se envuelven en la efusividad tras un triunfo. Su enfoque es pragmático, centrado en el siguiente paso a dar. «Salimos a hacer lo que nosotros hemos venido haciendo siempre», declaró, mostrando una confianza serena en la preparación y ejecución del equipo. El estudio meticuloso del rival, realizado en colaboración con su cuerpo técnico y jugadores, fue clave para neutralizar las fortalezas de Botafogo.

El técnico samario destacó la labor del equipo en su conjunto. «Nuestros jugadores hicieron un gran trabajo», enfatizó, reconociendo la importancia de la solidaridad y el equilibrio en todas las líneas del equipo. Para Reyes, cada victoria es el resultado del compromiso y la entrega de sus dirigidos.

El Junior, bajo la dirección de Reyes, continúa demostrando un fútbol elaborado y versátil. Aunque el triunfo sobre Botafogo fue significativo, el técnico reconoce que siempre hay aspectos por mejorar. Sin embargo, celebra el progreso del equipo y su capacidad para adaptarse a diferentes desafíos.

En resumen, la victoria del Junior sobre Botafogo no solo resalta el talento de sus jugadores, sino también la dirección sabia y serena de Arturo Reyes. Su enfoque en el trabajo en equipo y su humildad son pilares fundamentales en el camino del equipo hacia el éxito en la Copa Libertadores.