El español Jon Rahm hizo historia este domingo al convertirse en el campeón número 56 del Masters de Augusta, que llegó a 87 ediciones en una jornada soleada, después de tres rondas marcadas por el clima, y volver al número uno del mundo.
Rahm comenzó el día dos golpes atrás de Brooks Koepka, aún en el primer tercio de la tercera ronda —suspendida por lluvia—, y mantuvo la distancia hasta el hoyo 2 de la cuarta ronda, donde empezó a recortar sin piedad, ante un Koepka que, a diferencia de los tres primeros días, no logró embocar ‘birdies’ sino hasta el último tramo del día, y terminó con 75 impactos, cuando su compañero de ronda le había dado vuelta a la ventaja y la mantuvo en cuatro golpes.
Inmutable, casi sin demostrar emoción alguna hasta que depositó su bola en el hoyo 18, Rahm firmó una tarjeta de 69, con un único ‘bogey’ en el hoyo 9, y cuatro ‘birdies’ (3, 8, 13 y 14), para un total de 276 golpes en la semana.
En el ‘green’ del 18, Rahm levantó los puños en medio de la ovación y miró al cielo, buscando acaso a Severiano Ballesteros, el primer español que ganó el Masters en 1980, repitiendo en 1983, y que estaría cumpliendo 66 años.
“Este torneo es una de las razones principales por las que juego al golf. Si no fuera por esa Ryder Cup allá en la época del 90, no sé si hoy estaría aquí. Que sea el aniversario de ’Seve’, domingo de pascua, terminar de la manera en que lo hice… es una parte mía y una parte de ‘Seve’, es parte del testamento que nos dejó”, dijo Rahm momentos antes de recibir la chaqueta verde de manos de Scottie Scheffler, el campeón de 2022.
El segundo puesto lo compartieron dos hombres de LIV: el mencionado Koepka y el veterano Phil Mickelson, que anotó 65 golpes en el día, 31 en la vuelta final, en la línea de ocho golpes bajo par.