Este lunes 02 de octubre se cumplen 195 años del injusto fusilamiento del máximo prócer naval colombiano el Almirante José Padilla López al ser acusado bajo cargos de conspiración y traición, razón por la cual se realizarán una serie de actividades conmemorativas para reivindicar y exaltar su memoria que incluye la sanción de una ley por parte del Presidente de la República en la que es ascendido de manera póstuma y honorífica al Grado de Gran Almirante de la Nación.
El Gran Almirante José Padilla López, nació el 19 de marzo de 1784, en un caserío de Riohacha – Guajira, llamado Camarones. Fue Mulato, de madre Wayúu (Josefa Lucía López) y padre negro (Andrés Padilla) oriundo de Santo Domingo.
Su vida en el mar inició como Mozo de Cámara en la Marina Española del Nuevo Reino; a los 19 años cumplidos se enroló en la Marina del Rey de España. A pesar de su juventud, pero gracias a sus aptitudes de navegante, Padilla fue nombrado Contramaestre del Navío de guerra Juan Nepomuceno, siendo el primer marino originario de América que llegó a ser Contramaestre en la Armada del imperio español.
El 22 de octubre de 1805 combatió en Trafalgar una de las epopeyas militares más memorables de la historia humana, en la cual cayó prisionero de los ingleses hasta que, una vez celebrada la paz, volvió a España en 1808.
En su retorno a Colombia, por su rápido aprendizaje, participó en innumerables expediciones y campañas navales y fluviales entre las que se logró liberar a Sabanilla, Santa Marta, Cartagena y Riohacha, obtuvo méritos que fueron reconocidos por El Libertador con rápidos ascensos a los cargos de Alférez de Fragata y Comandante de Fragata, entre otros.
Sin embargo, fue tras su proeza y liderazgo desde el ámbito marítimo en la batalla de la noche de San Juan, que José Padilla logró liberar a Cartagena del control español, apoderándose de todos los fuertes y sitios desde los cuales gobernaban la ciudad. Esto conllevó a que El Libertador ascendiera a Padilla a los grados de Contralmirante y General de Brigada.