La ciudad de Barranquilla enfrenta una dolorosa realidad con la reciente muerte del pequeño Keiler Luis Feifo Nuñez, de tan solo 5 años, en Santo Domingo de Guzmán. El niño falleció cuando sicarios asesinaron a su padre. Durante su ataque las balas lo alcanzaron.
Este trágico suceso se suma a otras tres muertes violentas de menores que han ocurrido en los últimos 7 días, marcando una escalofriante ola de tragedias en la comunidad.
La primera tragedia golpeó el barrio San José el 20 de noviembre, cuando Anthuan, un niño de 10 años, perdió la vida en un incendio que tuvo lugar en la madrugada. En este caso, el niño se encontraba solo en casa con su hermano menor, quien afortunadamente logró escapar de las llamas.
El domingo 19 de noviembre, un niño de 6 años fue víctima de un acto atroz perpetrado por su propio padrastro, quien ha sido capturado. El pequeño llegó a un centro médico sin signos vitales, dejando una profunda conmoción en la comunidad.
Los siniestros no se detuvieron ahí; el miércoles 22 de noviembre, en el barrio La Bendición de Dios, una llanta de camión salió despedida e impactó a Mirianis Martinez, de 9 años, mientras jugaba dentro de su casa. Mirianis falleció a causa del impacto, y su hermano de 5 años resultó herido.
Estas cuatro pérdidas de vidas infantiles en tan solo una semana han sumido a la ciudad en el luto y han generado un llamado urgente a la reflexión sobre la seguridad y el bienestar de los niños en Barranquilla.