La inauguración del Centro Náutico, un proyecto emblemático de la Gobernación del Atlántico, dejó más dudas que certezas. A pesar de la inversión inicial de $24.167 millones, que se ha disparado a más de $40.000 millones, la obra fue entregada incompleta, sin el prometido paisajismo ni un adecuado acceso vial.
El gobernador Eduardo Verano, en lugar de cortar la cinta, anunció más contrataciones para terminar lo que quedó pendiente. La vía de acceso será solo de piedriche y el parqueadero apenas tiene capacidad para 50 vehículos. Además, la comunidad local sigue exigiendo soluciones a problemas como la falta de alcantarillado y la inseguridad en la zona.
Los habitantes de Salinas del Rey insisten en que les devuelvan el acceso a una parte de la playa que, según denuncian, les fue arrebatada para la construcción del complejo. Mientras tanto, el aforo proyectado de 20.000 turistas anuales parece una cifra optimista, considerando que ni siquiera se han construido senderos adecuados para acceder a las instalaciones.
A pesar de la millonaria inversión, la estructura del Centro Náutico está rodeada de maleza seca y montículos de arena. Incluso, las plantas ornamentales quedaron sin sembrar. La contralora departamental, Yadira Morales Roncallo, aseguró que el contrato original se cumplió, aunque reconoció que hay aspectos externos por resolver.
Por otro lado, la comunidad sigue en alerta. “Si no nos arreglan las vías, bloquearemos el acceso”, advierten los residentes al portal 30dias.com También exigen medidas de seguridad, ya que los robos en las cabañas continúan sin control.
Con la necesidad de nuevos contratos y más dinero para terminar lo inconcluso, el Centro Náutico se convierte en un símbolo de promesas incumplidas y planificación deficiente.