El Papa Francisco, ferviente aficionado al fútbol y devoto seguidor del club San Lorenzo de Almagro, falleció este lunes 21 de abril de 2025 a causa de complicaciones respiratorias. Jorge Mario Bergoglio no solo dejó una huella en la Iglesia Católica, sino también en el mundo deportivo.
Desde niño, el pontífice compartió su pasión futbolera con su familia en las gradas del estadio de San Lorenzo. Aunque no destacaba como jugador, solía bromear sobre su rol como portero “porque no tenía que moverse mucho”. Su amor por el club fue tal que, incluso siendo Papa, mantuvo su membresía activa y pagó religiosamente su cuota.
Francisco era conocido por integrar referencias futbolísticas en sus mensajes pastorales, animando a los jóvenes a “jugar hacia adelante” y “no quedarse en la banca de la historia”. En 2014, tras asumir el pontificado, San Lorenzo ganó su primera Copa Libertadores, lo que muchos interpretaron como una señal divina. El plantel viajó al Vaticano para entregarle una camiseta personalizada y una réplica del trofeo.
Su vínculo con el fútbol iba más allá de Argentina. Durante su visita a Ecuador en 2015, recibió camisetas de clubes como Barcelona SC, Emelec y Universidad Católica. Fidel Egas, presidente vitalicio del club ‘camaratta’, destacó que el Papa reconocía el equipo por su afinidad universitaria y espíritu deportivo.
Aunque Francisco no veía televisión desde 1990, pedía a su guardia suiza los resultados de la selección argentina. Curiosamente, su ídolo futbolístico no fue Maradona ni Messi, sino Pelé, a quien describió como un “gran señor” de profunda humanidad.
El mundo despide al Papa más futbolero de todos los tiempos.
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