El ministro de Transporte, William Camargo, abordó la emergencia ocurrida a las 3:00 de la mañana del viernes 31 de mayo, cuando un segmento del puente de la calle 30, que conecta Barranquilla con Soledad, colapsó. El incidente resultó en la muerte de cinco personas y dejó a dos más heridas, quienes están bajo observación médica.
Camargo destacó que, entre enero y marzo, la gobernación, la alcaldía, la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) y el Instituto Nacional de Vías (Invías) habían identificado la necesidad de realizar adecuaciones y mantenimiento en el puente.
“La evaluación documentada en informes preparados por el equipo evidenciaba una falla estructural o un peligro sobre las estructuras que conforman esta intersección, los puentes, los terraplenes y las orejas y conectantes”, explicó el ministro.
Sin embargo, Camargo señaló que inicialmente se ha descartado una falla en la infraestructura del puente y que el colapso estaría asociado a un proceso de saturación del terraplén. “Descartamos que exista una afectación en la estructura del puente. El terraplén colapsó por un aumento de saturación de agua, lo cual ya se había comenzado a evidenciar desde las visitas del 14 de marzo. Esto debería haber alertado a quienes manejan el sistema de acueducto y alcantarillado”, dijo el ministro.
Camargo también explicó que al construir la vía, se realizó un proceso de compactación y se alcanzó un porcentaje de agua. Cuando ese porcentaje aumenta, las partículas más finas del terraplén se desintegran, lo que hace que la estructura pierda soporte y colapse.