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Ni el estruendo del accidente ni la incertidumbre sobre el conductor lograron frenar el saqueo. Tras el volcamiento de un camión cargado con cerveza en el Alto de La Línea, entre Cajamarca y Calarcá, decenas de personas corrieron no a socorrer, sino a llevarse cuanto pudieron. En lugar de una escena de ayuda, se vivió un vergonzoso espectáculo de codicia.
El vehículo quedó destrozado sobre la vía, y de inmediato hombres y mujeres empezaron a cargar con canastas de cerveza. Algunos lograron llevarse dos, tres, incluso cuatro cajas, en medio de una carrera desesperada y miradas cómplices. Las imágenes quedaron registradas en video y rápidamente se viralizaron, generando indignación en redes sociales.
“Estamos pintados”, comentó un internauta. “Nuestro problema es cultural”, sentenció otro. Aunque el accidente no dejó muertos, lo más grave fue el reflejo de una crisis moral que parece persistir en muchos sectores del país.
De acuerdo con versiones preliminares, el conductor habría perdido el control al tomar una curva peligrosa. Aún se desconoce oficialmente su estado de salud. Lo único cierto es que, mientras él enfrentaba su drama personal, otros lo vieron como una oportunidad para lucrarse.
Lo que quedó tras el accidente no fue solo un camión destruido, sino una dolorosa imagen colectiva que obliga a cuestionar qué tipo de sociedad estamos construyendo. Una vez más, el oportunismo le ganó a la solidaridad.
Enlace del video
