Por primera vez en 45 años, Colombia comenzará a utilizar gas natural importado para abastecer la demanda interna, lo que podría generar un incremento en las tarifas de gas para los usuarios, estimado entre un 20% y un 35%. Esta medida se toma debido a un déficit en la oferta nacional, el cual se prevé se agrave en los próximos años si no se desarrollan nuevos proyectos de producción.

La importación de gas, gestionada por TPLGas (filial del grupo TPL Energía), se ha convertido en una solución temporal para cubrir la falta de gas natural. Según Luz Stella Murgas, presidenta de la Asociación Colombiana del Gas Natural (Naturgas), el costo del gas importado es significativamente más alto que el local, lo que impactará directamente a los consumidores. Se estima que para 2025 el déficit de gas alcanzará el 8,2%, y podría llegar al 20,6% en 2026.

Aunque la planta regasificadora Spec, en Cartagena, ya ha procesado gas proveniente de Trinidad y Tobago, el presidente de la Andeg, Alejandro Castañeda, advierte que los distribuidores de gas serán los más afectados por el incremento de costos, lo que repercutirá en industrias dependientes de este recurso, como la alimentaria y la cementera.

Por su parte, el ministro de Minas y Energía, Andrés Camacho, aclaró que la infraestructura para la importación de gas existe desde 2016 y que no se prevé un aumento significativo en el corto plazo. Explicó que la prioridad es continuar utilizando gas nacional y que las importaciones se consideran una medida de respaldo ante aumentos inesperados en la demanda o reducciones en la producción nacional.

Mientras tanto, el sector energético sigue preocupado por la escasez de gas, y figuras como Bruce Mac Master, presidente de la Andi, critican la falta de acción del gobierno ante los llamados de alerta por parte del sector.