La UNESCO ha emitido una condena enérgica hacia los «brutales bombardeos» llevados a cabo por Rusia, los cuales impactaron diversos sitios del centro de Odessa, en el suroeste de Ucrania. Entre los lugares afectados se encuentra la catedral de la Transfiguración, con una antigüedad de 200 años y declarada patrimonio mundial de la humanidad.
Audrey Azoulay, directora general de la UNESCO, agencia de la ONU encargada de la cultura, educación y ciencia, denunció estas terribles destrucciones como una escalada más de la violencia contra el patrimonio cultural de Ucrania.
Este comunicado de condena es el segundo emitido por el organismo con sede en París, siendo el primero referente a un bombardeo ocurrido el viernes pasado, que afectó a otros monumentos y museos del puerto ucraniano.
La Unesco advirtió que la destrucción deliberada de bienes culturales puede ser considerada como un crimen de guerra, hecho reconocido previamente por el Consejo de Seguridad de la ONU, del cual Rusia es un miembro permanente, en su resolución 2347 (2017).
Además, la UNESCO señaló que estos ataques contradicen las recientes declaraciones de las autoridades rusas, quienes afirmaban estar dispuestas a evitar agresiones contra los lugares considerados patrimonio mundial en Ucrania.