La canciller Laura Sarabia presentó su renuncia irrevocable al presidente Gustavo Petro este 3 de julio, en medio de fuertes discrepancias por la gestión del nuevo contrato para la expedición de pasaportes. La funcionaria, una de las personas más cercanas al mandatario y antigua jefa de gabinete, argumentó que no podía respaldar decisiones institucionales con las que no estaba de acuerdo.
El conflicto central giró en torno a la continuidad del contrato con la empresa Thomas Greg & Sons. Sarabia apoyaba una prórroga para evitar traumatismos en el proceso, mientras que desde la Casa de Nariño se impulsaba un acuerdo con la Imprenta Nacional en alianza con una empresa portuguesa, lo que generó tensiones internas, especialmente con el jefe de gabinete Alfredo Saade.
En su carta de renuncia, Sarabia expresó su agradecimiento al presidente Petro por la confianza y reiteró su compromiso con los principios democráticos. “Nos conocimos en las buenas y en las no tan buenas. La lealtad es, ante todo, cuidar del otro”, escribió.
El retiro de Sarabia representa un duro golpe para el Gobierno, ya que era una figura clave en el círculo de confianza del presidente. Analistas políticos advierten que su salida podría abrir una nueva crisis interna y acelerar otros cambios en el gabinete.
Se espera que en los próximos días el Gobierno anuncie a su reemplazo en la Cancillería y se aclaren los detalles sobre el futuro del proceso de expedición de pasaportes, cuya continuidad está en el centro del debate.