Apoteósico. Épico. Con clase. La misma que muestra en el terreno la refrenda en las declaraciones en zona mixta. Luis Díaz, figura de la victoria histórica de Colombia ante Brasil 2-1 por Eliminatorias, envió un mensaje a los compatriotas que sufren el secuestro.

“En Colombia hay más gente buena que mala y con todos los mensajes que hemos mandado lo hemos demostrado. A los que están pasando por esos momentos, que sean fuertes y que confíen en Dios”, dijo Luis Díaz.

El guajiro sufrió en compañía de su familia el secuestro de su padre, Luis Manuel Díaz, durante 12 largos días en los que ‘Lucho’ recibió el aliento del mundo, en especial de sus compañeros de equipo, entre ellos el portero Alison, a quien hoy le marcó los dos goles.

“Se me acerca y me dice que lo merecía. Afuera de la cancha es una personota, lo quiero mucho”.
El crédito de Barrancas en La Guajira, dijo que le dedicó los goles a “mi familia, mi padre que siempre estuvieron ahí en esos momento chase una semana”.

Además de la carga emotiva, los goles le vienen bien a Díaz, porque le sirven para liberar tensión, para quitarse de encima el piano de no haber podido marcar en Eliminatoria.
“Necesitaba marcar el gol, el delantero vive del gol y aquí no lo había hecho”
Ese gol significó un grito sagrado, uno de libertad por una racha adversa ante una selección con peso en el mundo. Un grito por la libertad de los secuestrados.