El apostol Ricardo Arjona lo dijo claro: “¿por qué negar? Que son lo mejor que se puso en este lugar”.
La mejor definición de lo que nosotros hacemos por ustedes, también la describió.
“Mujeres
Lo que nos pidan, podemos
Si no podemos, no existe
Y, si no existe, lo inventamos por ustedes”.

En la voz del profeta Vicente Fernández encontramos la razón para tanta creatividad. A la hora del té, ningún precio es alto:
“Las horas más hermosas de mi vida Las he pasado al lado de una dama”.

Su majestad Diomedes la reforzó: “Vivo encantado en ti,
porque tu tienes toda la belleza femenina
Dios te guarde y te bendiga de este grande privilegio”.

No importa que hoy las mujeres no lloren sino que facturen, con
“Mujeres, tan divinas No queda otro camino que adorarlas”.

¡Feliz día, mujeres!