El presidente Gustavo Petro volvió a encender las alarmas frente a la creciente presencia militar de Estados Unidos en el Caribe, muy cerca de Venezuela. El mandatario advirtió que una posible invasión no solo sumiría a Caracas en una crisis comparable a la de Siria, sino que arrastraría a Colombia hacia un conflicto regional de grandes proporciones.
“Los gringos están en la olla, se piensan que invadiendo Venezuela resuelven su problema… meten a Venezuela en el caso de Siria, solo que con el problema de que arrastran a Colombia lo mismo”, dijo Petro en un encuentro con su gabinete, transmitido públicamente.
Según el presidente, una intervención militar abriría la puerta al narcotráfico y a grupos ilegales que buscarían apropiarse de las riquezas del subsuelo venezolano, consolidando una “economía para la muerte”. Petro aseguró que ya transmitió este mensaje al expresidente Donald Trump “a través de sus emisarios”, calificando una operación bélica de ese tipo como “el peor error”.
El jefe de Estado colombiano también usó sus redes sociales para reafirmar su rechazo a cualquier intervención extranjera. En X, subrayó que ni la oposición venezolana ni ningún país de la región debería “solicitar ni alegrarse con una invasión”, recordando que los problemas latinoamericanos deben ser resueltos por los propios latinoamericanos “de tú a tú… no como siervos de nadie”.
Sus declaraciones llegan en un momento de tensión creciente, tras el despliegue de buques de guerra, submarinos y miles de efectivos estadounidenses en aguas cercanas a Venezuela, lo que ha generado preocupación entre gobiernos de América Latina. Para Petro, este escenario no solo amenaza la estabilidad regional, sino que podría convertir al continente en el escenario de una nueva guerra de desgaste con consecuencias impredecibles.
La posición del mandatario reafirma su línea de política exterior: defensa de la soberanía regional y rechazo a cualquier forma de injerencia que comprometa la paz de Colombia y de América Latina.
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