El alcalde Jaime Pumarejo Heins recorrió este viernes los primeros 500 metros de la ciénaga de Mallorquín, el tesoro natural de Barranquilla que dentro de poco estará al servicio de los ciudadanos.
El mandatario distrital afirmó que reconocer las 1.000 hectáreas que la conforman es el primer paso para cuidarla.
“Cuando la reconocemos empezamos a cuidarla. Esta es una riqueza que generará empleo, calidad de vida, salud mental, espacios de esparcimiento y, al mismo tiempo, será un espacio de investigación”, expresó.
En abril de este año inició la instalación de los pilotes, lo que permitió la estabilización de las estructuras sobre las cuales irán las plataformas donde las personas podrán caminar y disfrutar del avistamiento de aves migratorias, así como espectáculos naturales.
El proyecto cubre un área aproximada de 980 hectáreas que abarca toda la ciénaga de Mallorquín, una parte del tajamar occidental, la playa de Puerto Mocho, el corregimiento de La Playa y el barrio Las Flores.
Se espera se concluyan obras durante el primer semestre del 2023. Todo el proyecto cuenta con una inversión estimada de $350 mil millones.