Barranquilla se prepara para vivir una Guacherna diferente. La brisa nocturna, el fulgor de los faroles y el retumbar de los tambores acompañarán este año un desfile que, por primera vez en su historia reciente, se celebrará un sábado y comenzará más temprano. Un giro inesperado en una tradición que ha iluminado las calles de la ciudad por décadas.
Todo comenzó a principios del siglo XX en el barrio Abajo, cuando grupos de vecinos, armados con lámparas de gas y al ritmo de cumbias y tambores, daban vida a una fiesta improvisada en la noche barranquillera. Con el tiempo, el entusiasmo menguó y la Guacherna estuvo a punto de quedar en el olvido.
Pero en 1974, Esthercita Forero, ‘La novia de Barranquilla’, decidió devolverle su esplendor. Inspirada en los carnavales de Cuba y convencida de que la ciudad necesitaba recuperar su tradición nocturna, organizó un desfile que pronto se convirtió en una cita obligada del Carnaval. Así, la Guacherna resurgió, con faroles encendidos y una energía que nunca más se apagó.
Un desfile con nuevos tiempos
Este año, el cambio de horario busca darle mayor fluidez al recorrido y permitir que más comparsas participen sin que el desfile se extienda hasta la madrugada. Juan José Jaramillo, gerente de Carnaval SAS, explicó que la incorporación de 27 nuevos grupos y la presencia de niños y adultos mayores impulsaron la decisión.
A las 5:00 p.m., los Reyes Infantiles abrirán el desfile. Luego vendrán comparsas con niños con discapacidad y adultos mayores, seguidos por 15 carros musicales, casi el doble que en años anteriores. Cuando la reina Tatiana Angulo Fernández De Castro y el Rey Momo, Gabriel Marriaga, salgan a las 7:00 p.m., la noche habrá caído y los faroles brillarán con la misma intensidad de siempre.
Los cambios traen desafíos, pero la esencia de la Guacherna sigue intacta. En Barranquilla, la tradición no se altera, solo se reinventa.