Beersheba, Israel. En uno de los ataques más escalofriantes desde el inicio del conflicto entre Irán e Israel, el Centro Médico Soroka, el hospital más grande del sur del país, fue alcanzado por un misil balístico lanzado por fuerzas iraníes en la madrugada del miércoles.
Según fuentes oficiales, el impacto generó «daños significativos» en varias áreas del hospital. A pesar de que se había ordenado una evacuación parcial horas antes, al menos 65 personas resultaron heridas, algunas de ellas por la explosión y otras por crisis nerviosas derivadas del bombardeo. La rápida respuesta del personal médico evitó una tragedia mayor, aunque se reportaron daños estructurales graves y la interrupción temporal de varios servicios hospitalarios clave.
El ministro israelí de Asuntos Exteriores, Israel Katz, condenó el ataque calificándolo como un “crimen de guerra” y advirtió que Israel “responderá con toda su fuerza”. Por su parte, el primer ministro Benjamin Netanyahu señaló que el ataque contra instalaciones civiles demuestra que “Irán no tiene límites morales”.
Irán, que ha intensificado su ofensiva con más de 20 misiles lanzados en las últimas 24 horas, no ha emitido comentarios sobre el impacto específico en el hospital, pero medios estatales lo presentan como una respuesta a acciones militares israelíes previas en suelo sirio y en el Golfo Pérsico.
El Centro Médico Soroka es una institución estratégica en la atención de emergencias del sur de Israel, por lo que su afectación supone un golpe serio al sistema de salud regional. Las autoridades trabajan a contrarreloj para reactivar los servicios esenciales mientras evalúan los daños totales.
Este hecho eleva la tensión entre ambas naciones y revive el temor internacional de una escalada regional más amplia.
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