Las severas inundaciones registradas en el sur de California provocaron el cierre de varias de las principales autopistas de la región, generando caos vial y dejando a miles de conductores, entre ellos numerosos turistas, atrapados en atascos que se extendieron por kilómetros. Las intensas lluvias, acompañadas de fuertes ráfagas de viento, causaron desbordamientos de ríos, acumulaciones de agua en zonas urbanas y deslizamientos de tierra en áreas montañosas.
Autoridades estatales informaron que vías clave fueron cerradas de manera preventiva debido al alto riesgo para los conductores, especialmente en sectores cercanos a colinas y cañones, donde el suelo saturado aumentó la probabilidad de derrumbes. En algunos tramos, vehículos quedaron varados durante horas mientras equipos de emergencia trabajaban para remover escombros y drenar el agua acumulada.
Turistas que se desplazaban hacia destinos costeros y parques nacionales reportaron largas esperas, falta de información clara y dificultades para encontrar rutas alternas. Hoteles y centros de atención habilitaron espacios temporales para quienes no lograron continuar su trayecto, mientras que las autoridades locales reforzaron los llamados a no viajar si no era estrictamente necesario.
Los servicios de emergencia atendieron múltiples incidentes relacionados con vehículos atrapados, inundaciones en viviendas y cortes de energía eléctrica en varios condados. Equipos de rescate también realizaron evacuaciones preventivas en zonas consideradas de alto riesgo, especialmente en comunidades cercanas a ríos y quebradas.
Meteorólogos advirtieron que, aunque las lluvias podrían disminuir en las próximas horas, el peligro no ha desaparecido, ya que el terreno continúa inestable y cualquier nueva precipitación podría agravar la situación. Las autoridades insistieron en seguir las recomendaciones oficiales, monitorear los reportes del clima y respetar los cierres viales para evitar tragedias.
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