Colombia dio un paso decisivo en la renovación de su capacidad militar al firmar un contrato con la compañía sueca Saab para la adquisición de 17 aviones de combate Gripen E/F, en lo que se considera la compra de defensa más importante del país en las últimas décadas. El acuerdo, valorado en 3.100 millones de euros, incluye aeronaves, armamento, entrenamiento, soporte logístico y un paquete de compensaciones industriales y sociales que abarcan desde proyectos de energía solar hasta programas de agua potable y salud comunitaria.
Según lo confirmado por Saab y el Ministerio de Defensa, el lote estará compuesto por 15 Gripen E (monoplaza) y 2 Gripen F (biplaza), cuya entrega se realizará entre 2026 y 2032. El Gobierno destacó que la elección se basó en criterios de costo operativo, vida útil proyectada —estimada en **mínimo 35 años**— y la capacidad del modelo para operar en pistas cortas, una ventaja clave para la geografía colombiana.
El Gripen E/F incorpora tecnologías de última generación como **radar AESA**, sistema de búsqueda infrarroja **IRST**, arquitectura avanzada de guerra electrónica, cabina con **Wide Area Display** y compatibilidad con misiles modernos como **Meteor, IRIS-T y Sidewinder**. Además, su motor F414-GE-39E ofrece hasta **98 kN** de empuje con postcombustión y permite alcanzar velocidades de **Mach 2**, un salto cualitativo frente a la envejecida flota de **Kfir** que actualmente opera la Fuerza Aeroespacial Colombiana.
El contrato también contempla transferencia tecnológica y oportunidades de cooperación con sectores académicos y productivos colombianos, lo que fortalece no solo el componente militar, sino también el desarrollo científico y social del país.
Con esta adquisición, Colombia busca consolidar su presencia en el espacio aéreo regional y garantizar la protección de su soberanía durante las próximas décadas.
