Un insólito y perturbador hecho ocurrió en un cine de Surprise, Arizona, cuando un hombre fue arrestado tras orinar en plena función de la película Demon Slayer. De acuerdo con testigos, parte del líquido cayó sobre un niño que se encontraba en la sala, lo que generó indignación inmediata entre los asistentes.
El sujeto fue identificado como Limil Hull, quien según la policía actuó de manera deliberada. El incidente, que se registró en una sala de la cadena AMC, terminó en caos cuando varios espectadores confrontaron al hombre y se produjo un altercado físico. Videos difundidos en redes sociales muestran el momento de la confrontación, con gritos, golpes y el personal del cine apagando las luces para controlar la situación.
La Policía de Surprise intervino rápidamente y capturó al señalado, quien enfrenta cargos por exposición indecente, alteración del orden público, daño criminal y resistencia a la autoridad, al negarse a identificarse correctamente ante los oficiales. Tras ser presentado en la corte de Phoenix, fue dejado en libertad sin fianza, lo que ha causado sorpresa y debate en la comunidad.
El caso ha generado una ola de comentarios en redes sociales, donde padres y organizaciones de protección infantil han cuestionado la seguridad en espacios públicos destinados a las familias. Además, se ha exigido una investigación más profunda sobre el historial del detenido y posibles sanciones más severas.
Por fortuna, el menor no sufrió lesiones físicas, aunque familiares expresaron que el episodio resultó traumático para él y esperan que se haga justicia.
El hecho se suma a una serie de episodios de alteración del orden público en cines de Estados Unidos, donde la violencia y los comportamientos indebidos de algunos asistentes han despertado creciente preocupación.
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