El gobierno colombiano ha actuado con firmeza frente a los incidentes de violencia en el estadio Metropolitano de Barranquilla. Un miembro de la barra «Los Kuervos» del Junior de Barranquilla ha sido sancionado con cinco años de prohibición para ingresar al estadio, luego de agredir a una aficionada y a una funcionaria de la Policía durante el partido contra América de Cali.
El Ministerio del Interior y la División Mayor del Fútbol Colombiano (Dimayor) respaldaron la decisión, enfatizando su compromiso de mantener el fútbol como un ambiente seguro y familiar. Gabriel Rondón, viceministro de Diálogo Social y Derechos Humanos, destacó que se trata de una “sanción ejemplar” para desalentar futuras conductas violentas en los eventos deportivos.
Los hechos ocurrieron el pasado domingo 27 de octubre, cuando una lata de cerveza lanzada desde la tribuna impactó en la cabeza de una aficionada del equipo visitante, causándole una grave herida. Según relató el hijo de la víctima en redes sociales, su madre visitaba el Metropolitano por primera vez y fue inesperadamente agredida. En su mensaje, expresó su indignación ante la falta de control y seguridad en el estadio.
La Dimayor, en un comunicado, reafirmó su apoyo a las autoridades para implementar medidas efectivas contra la violencia en el fútbol y garantizar un espacio seguro para todos los asistentes. La organización insiste en que este tipo de actos no tienen lugar en un deporte que promueve valores de respeto y unidad.
Este incidente ha generado una fuerte reacción en redes sociales, donde los usuarios exigen una acción más contundente por parte de las autoridades y los clubes para erradicar la violencia en los estadios colombianos. La medida se considera un paso importante hacia un fútbol más seguro y accesible para todos.
