En diversas ciudades de Colombia, multitudes de ciudadanos salieron a las calles para expresar su rechazo a las propuestas de reformas laboral, de salud y pensiones presentadas por el Gobierno del presidente Gustavo Petro. Bajo consignas como «No a las Petro-reformas» y «Somos mayoría», los manifestantes manifestaron su descontento con estas medidas.

La «Marcha de la mayoría» reunió a decenas de miles de personas en lugares como Bogotá, Cali, Medellín, Barranquilla, Bucaramanga y Cúcuta. Los participantes llevaban camisetas blancas o de la selección nacional de fútbol, ondeaban banderas colombianas, sostenían globos de colores y hacían sonar silbatos.

Distintos líderes políticos y ex candidatos presidenciales se unieron a las protestas, expresando su preocupación por el posible impacto negativo de estas reformas en el país. Criticaron la perspectiva de pérdida de empleos debido a la Reforma Laboral y la privación del derecho de los trabajadores a decidir sobre sus pensiones.

Las manifestaciones también abordaron otros problemas, como la seguridad y la libertad de prensa. Los participantes exigieron mejoras en la seguridad y mostraron su apoyo a los miembros de la Fuerza Pública. Asimismo, se demandó el respeto a la libertad de prensa, en medio de escándalos que involucraban a funcionarios del Gobierno de Petro.

Algunos manifestantes también se opusieron a la negociación con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y rechazaron la idea de crear un fondo internacional para subsidiar a la guerrilla a cambio de cesar los secuestros.

Según informes de la Policía de Colombia, más de 92.000 personas participaron en la «Marcha de la mayoría», siendo alrededor de 30.000 de ellos concentrados en Bogotá. La protesta reflejó la preocupación y la oposición de una parte importante de la población a las reformas propuestas, instando al Gobierno a considerar opciones menos radicales y a escuchar las voces del país.