La NBA enfrenta uno de los mayores escándalos de su historia tras la detención de Chauncey Billups, entrenador de los Portland Trail Blazers, y del base de los Miami Heat, Terry Rozier, en el marco de una investigación del FBI sobre una red de apuestas deportivas ilegales y juegos de póker amañados que involucra a al menos 34 personas.

De acuerdo con medios estadounidenses como The Washington Post y AP News, Billups es acusado de conspiración para cometer fraude electrónico y lavado de dinero, mientras que Rozier habría utilizado información privilegiada sobre el rendimiento de jugadores y equipos para realizar apuestas deportivas. Las autoridades calificaron la operación como una de las más grandes en la historia del deporte profesional en EE. UU.

El caso, denominado “Insider Sports Betting”, expone una supuesta red que operaba desde hace varios años y que, según la investigación, mantenía vínculos con grupos criminales organizados. Las apuestas se habrían realizado tanto dentro como fuera de Estados Unidos, utilizando intermediarios para ocultar el origen del dinero.

Tras conocerse las detenciones, la NBA emitió un comunicado oficial anunciando que ambos implicados fueron puestos en licencia inmediata, mientras se evalúan las sanciones disciplinarias y se coopera con las autoridades federales. “La liga tiene tolerancia cero frente a cualquier forma de manipulación o apuesta relacionada con nuestros juegos”, señaló la organización.

El arresto de Billups —una leyenda del baloncesto y campeón con los Detroit Pistons en 2004— y de Rozier sacude los cimientos de la NBA, justo en la antesala del inicio de una nueva temporada. Analistas deportivos advierten que el impacto reputacional podría ser profundo y marcar un antes y un después en la relación del deporte con las casas de apuestas.

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