La cifra de víctimas mortales en Israel tras el inesperado ataque de la organización Hamás el sábado pasado se eleva a 1.400, según informes de medios hebreos citando fuentes sanitarias. En paralelo, los bombardeos israelíes en Gaza han dejado al menos 1.800 muertos y 6.388 heridos, según el Ministerio de Sanidad palestino.

En Israel, más de 3.430 personas heridas han sido hospitalizadas, de las cuales más de 350 se encuentran en estado crítico o grave, según el Ministerio de Sanidad israelí. La búsqueda e identificación de cadáveres en las comunidades cercanas a la Franja de Gaza ha contribuido al aumento de la cifra de muertos.

El Gobierno israelí ha confirmado la pérdida de 258 militares en combate contra Hamás, y este número podría incrementarse. Además, se han notificado 120 casos confirmados de rehenes trasladados a Gaza. Hamás alega que 13 cautivos murieron por bombardeos del Ejército en las últimas horas.

En Cisjordania, se registraron 46 fallecidos, incluyendo al menos 10 palestinos que murieron el viernes por disparos de fuerzas de seguridad israelíes y colonos ultraderechistas.

La semana de conflicto ha dejado un saldo total de más de 4.400 muertos, incluyendo alrededor de 1.200 milicianos de Hamás que perecieron en combate.

A medida que persisten los bombardeos en Gaza, la violencia en Cisjordania ocupada también se intensifica, con numerosas protestas palestinas dispersadas por las fuerzas de seguridad israelíes y una ola de ataques de colonos judíos ultraderechistas contra aldeas palestinas.