El Metropolitano se vistió de fiesta. La brisa barranquillera se mezcló con el cántico incesante de los hinchas, ansiosos por ver a su equipo recuperar la memoria futbolística. Y Junior no falló. Con una victoria 2-0 sobre Once Caldas, el ‘Tiburón’ cortó una racha de tres empates y disipó, al menos por esta noche, las dudas que lo perseguían en el arranque de la Liga.
El partido comenzó con una sensación de tensión en las tribunas. El equipo de Farías necesitaba ganar, pero Once Caldas golpeó primero con un cabezazo de Michael Barrios y un remate de Dayro Moreno que obligaron a Jefersson Martínez a estirarse para evitar la caída de su arco. El portero, como en la jornada anterior, fue el salvador.
Junior tardó en encontrar fluidez, pero cuando lo hizo, empezó a inclinar la balanza. Javier Báez probó con un remate en el área que Aguirre sacó con reflejos. Luego, Bryan Castrillón tuvo la más clara antes de abrir el marcador.
El estadio explotó en el minuto 44. Un centro de Navia cayó en el área, Didier Moreno no logró controlarlo, pero el rebote quedó en los pies de Castrillón, quien remató cruzado para el 1-0. La celebración se apagó momentáneamente por la bandera levantada del asistente. Sin embargo, tras varios minutos de revisión, el VAR dio su veredicto: gol legítimo. La fiesta volvió a las tribunas.
En el segundo tiempo, Junior dominó con más confianza. El 2-0 llegó en el minuto 64, cuando Castrillón, encendido, mandó un centro preciso que José Enamorado controló con el pecho antes de definir con frialdad. El Metropolitano rugió.
Hubo oportunidades para ampliar la cuenta, pero la puntería falló. Al final, Junior selló un triunfo necesario, uno que da oxígeno y devuelve la ilusión. La próxima cita será en Tunja, el martes 18 de febrero, ante Boyacá Chicó. La Liga sigue su curso, y Junior, al fin, retoma su camino.