Lo que empezó como una noche de fútbol terminó convertido en novela, chisme de barrio y episodio de comedia involuntaria. A la salida del partido Junior vs. Nacional, un hombre terminó recibiendo no uno, sino dos golpes: el primero emocional… y el segundo en toda la cara.
Según testigos que ya habían guardado la camiseta pero no el chisme, la exnovia del sujeto llegó furiosa, como si Junior hubiera perdido cinco finales seguidas. Lo enfrentó, le reclamó, le bufó… y cuando la discusión se calentó más que el Metro de Barranquilla al mediodía, ¡pum!, que le suelta un golpe.
Ahí intervino un policía, quien muy profesional intentó mediar. El hombre, desesperado, le suelta la frase del año:
“Papi, ¿cómo la voy a calmar si ella es mi ex?”
ERROR. Grave error.
Porque la mujer, al escuchar eso, abrió los ojos como si hubiera visto al árbitro anulando un gol ilegal del Nacional. Se volteó, respiró profundo… y lanzó la frase que quedó para tatuaje motivacional:
“¡Soy su ex de 15 días!”
Y acto seguido… ZAS, que le suelta una cachetada tan sonora que hasta la gente que estaba comprando butifarra volteó a mirar. Un golazo directo al orgullo.
El policía, entre contener la risa y la situación, separó a la pareja antes de que la cosa se convirtiera en UFC versión Caribe. El hombre quedó viendo estrellitas y la mujer se fue como quien gana un título: con la frente en alto y el brazo caliente.
Los presentes aplaudieron, grabaron y subieron todo a redes, donde el video ya se volvió estudio sociológico sobre relaciones tóxicas, fútbol y la mala idea de hablar de “ex” en tiempo presente.
Enlace del video
