La noche en el estadio romelio martínez será recordada como un hito para el fútbol colombiano. en una final cargada de emociones, la selección colombiana femenina de amputadas conquistó el título mundial tras vencer a estados unidos en los penaltis, luego de un intenso 1-1 en el tiempo reglamentario.
las estadounidenses sorprendieron temprano, anotando al minuto 9 y rompiendo el invicto de la arquera emily saray, quien hasta ese momento había mantenido el arco intacto durante todo el torneo. pero el golpe inicial no minó el espíritu de la tricolor, que mostró resistencia y determinación ante la adversidad.
en el entretiempo, la esencia de barranquilla se apoderó del césped. las marimondas, el congo y la negrita puloy desfilaron, llevando la alegría del carnaval y encendiendo aún más a la afición. era un recordatorio de que la final no solo era un partido, sino una celebración de la identidad y el orgullo nacional.
la igualdad llegó en el minuto 33 del segundo tiempo. jennifer coronado, en una jugada llena de coraje, avanzó desde el centro de la cancha y, con un disparo cruzado, venció a la guardameta rival. el estadio estalló en aplausos y vítores: el sueño estaba más cerca.
la tanda de penaltis fue un desenlace de infarto. con el marcador 2-1, colombia se proclamó campeona, desatando un festejo inolvidable. “estamos muy orgullosos de ellas, han logrado lo inalcanzable”, comentó el padre de emily saray, emocionado. en la tribuna, el alcalde alejandro char y daniel trujillo, secretario de deportes, no escondieron su orgullo. “nuestras guerreras son campeonas de la vida”, afirmó char, reflejando el sentimiento de toda una nación.
el título no solo marcó un logro deportivo, sino un símbolo de lucha y superación que inspirará por generaciones.