Barranquilla se encuentra lista, vibrante, en la antesala de un nuevo duelo trascendental por las eliminatorias al Mundial de 2026. Este martes, el estadio Metropolitano será testigo del enfrentamiento entre Colombia y Ecuador, un choque de ambiciones donde los locales necesitan resurgir y los visitantes desean prolongar su racha positiva.
El eco de la derrota reciente frente a Uruguay aún retumba en el entorno de la selección colombiana. Aquella noche en Montevideo dejó interrogantes, sobre todo en el desempeño de figuras como Davinson Sánchez y Luis Díaz. Pero el golpe más duro fue la incertidumbre sobre James Rodríguez, que arrastra molestias y podría no estar listo para este decisivo encuentro. La ilusión, sin embargo, se posa sobre el regreso de Jhon Córdoba, quien volverá al once titular tras cumplir una fecha de suspensión y promete dinamismo en el ataque.
El ambiente en los entrenamientos ha sido intenso, con un Néstor Lorenzo decidido a ajustar cada detalle. Las miradas también se posan sobre Juan Camilo Portilla, quien fue una apuesta en el centro del campo en ausencia de Jefferson Lerma. La incógnita ahora es si el técnico argentino mantendrá su fe en Portilla o dará paso a Kevin Castaño, esperando mayor solidez en la medular.
Por otro lado, Ecuador arriba con la confianza al tope. A pesar de lidiar con las ausencias de Angelo Preciado y Leonardo Campana por lesión, el conjunto de Sebastián Beccacece mantiene una cadena de cuatro partidos invicto. Con esa inercia, La Tri ve en Barranquilla la oportunidad perfecta para asaltar la clasificación y poner un pie en el Mundial.
El Metropolitano se vestirá de fiesta y tensión. La hinchada cafetera ansía un respiro, un gol que calme las aguas y marque el camino hacia la victoria. La cita, pactada para las 6:30 p.m., promete ser más que un partido: será una batalla de voluntades donde Colombia buscará, más que puntos, recuperar el orgullo perdido.
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