Un ciudadano hizo pública a través de redes sociales una grave denuncia contra dos patrulleros de la Policía Nacional, identificados como Barrios y Lora, por presunto uso excesivo de la fuerza y vulneración de derechos fundamentales durante un procedimiento de control.

Según su relato, los uniformados lo abordaron y, argumentando que su teléfono celular era robado, intentaron arrebatárselo por la fuerza. Asegura que logró grabar parte del procedimiento, pero que tras apagar la cámara, los policías le arrebataron el equipo e intentaron formatearlo. Sin embargo, gracias a las medidas de seguridad del dispositivo, el proceso no pudo completarse.

El ciudadano señala que, además, fue trasladado a una camioneta con la advertencia de que sería llevado a la URI por una supuesta “falta de respeto”. Una vez le devolvieron el celular, retomó la grabación, en la que —según afirma— se evidencian lesiones visibles en sus antebrazos ocasionadas durante el forcejeo.

El denunciante recuerda que, de acuerdo con el artículo 235 de la Ley 906 de 2004, revisar un celular sin orden judicial constituye una violación al derecho a la intimidad, protegido por la Constitución.

A pesar de lo ocurrido, expresó que su intención no es generar controversia, sino invitar a la reflexión sobre la importancia del debido proceso y el respeto por los derechos ciudadanos. Además, manifestó su confianza en que las autoridades competentes investigarán los hechos de manera imparcial.

La denuncia ha generado reacciones en redes sociales, donde usuarios exigen respuestas institucionales y sanciones si se comprueba el abuso.

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