El sueño del Arsenal de dar la sorpresa en la Champions League se desvaneció en la revancha de los cuartos de final contra el Bayern Munich, en un partido que reflejó la lucha constante del equipo inglés pero que finalmente terminó en una derrota por 1-0, dejando a los Gunners con un sabor amargo en la boca y la eliminación del torneo.
El encuentro comenzó de manera cautelosa, con ambos equipos mostrando un respeto mutuo que se tradujo en un juego conservador y pocas oportunidades de gol en la primera mitad. El Arsenal, jugando en casa, parecía sentir la presión de su afición y optó por no arriesgar demasiado, mientras que el Bayern Munich mostraba su habitual dominio del balón y control del juego.
A pesar de un par de intentos de Harry Kane y Martinelli por parte del Arsenal, fue el Bayern quien estuvo más cerca de abrir el marcador en el primer tiempo, con un cabezazo de Goretzka que golpeó el travesaño y Guerreiro que estrelló el balón en el palo en el rebote.
La segunda mitad trajo consigo un cambio en el guion del partido, con el Bayern Munich tomando la iniciativa y encontrando el gol a los 63 minutos gracias a un cabezazo imparable de Kimmich, quien aprovechó un centro preciso para batir al arquero rival.
A pesar del gol en contra, el Arsenal intentó reaccionar y buscar el empate, pero el Bayern se mantuvo sólido en defensa y logró asegurar su ventaja hasta el final del partido. A pesar de los esfuerzos de jugadores como Dier, Gabriel Jesus, Odegaard y Havertz en los minutos finales, el gol de Kimmich resultó ser decisivo y dejó al Arsenal con las manos vacías.
Con esta derrota, el Arsenal se despide de la Champions League, mientras que el Bayern Munich avanza a las semifinales, manteniendo vivas sus esperanzas de levantar el trofeo. Por su parte, Harry Kane y sus compañeros del Arsenal se quedan con la ilusión de un título que esta vez no pudo ser.