Durante el torneo Cherry Blossom Open, realizado en la Universidad de Maryland, la esgrimista estadounidense Stephanie Turner fue descalificada tras negarse a enfrentar a Redmond Sullivan, una competidora transgénero. Turner se arrodilló en la pista en señal de protesta, alegando que su oponente tenía ventajas biológicas que hacían injusta la competencia.
El gesto de Turner fue respaldado por algunos sectores conservadores, mientras que otros lo calificaron como una acción transfóbica. La Federación de Esgrima de Estados Unidos (USA Fencing) defendió la participación de Sullivan, afirmando que cumple con los requisitos oficiales para competir en la categoría femenina.
El caso ha encendido un nuevo debate sobre la inclusión de atletas trans en deportes femeninos, un tema que divide opiniones en la opinión pública, especialmente en disciplinas donde la fuerza física puede influir en el rendimiento.
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