En un trágico suceso, un hospital en Ciudad de Gaza fue impactado por una explosión, cobrándose la vida de más de 500 personas, según reportó el Ministerio de Salud de Gaza. Mientras Hamas atribuye el ataque a un bombardeo israelí, el ejército de Israel afirma que fue provocado por un cohete mal dirigido por combatientes palestinos.

La devastación ocurrió en medio de los esfuerzos de Estados Unidos por persuadir a Israel de permitir la entrega de suministros a civiles y hospitales en la Franja de Gaza, que se encuentra bajo un asedio total desde el inicio del conflicto con Hamas. Este trágico evento precede a la visita del presidente Joe Biden a la región, en un intento por mostrar apoyo a Israel y evitar una mayor escalada del conflicto.

La cumbre regional programada en Jordania fue cancelada en respuesta al ataque, y el presidente palestino Mahmud Abás se retiró de la reunión con Biden y otros líderes regionales. Las tensiones entre Israel y Hamas están llevando la región al límite, advirtió el ministro de Asuntos Exteriores de Jordania, Ayman Safadi.

La situación en los hospitales de Gaza es crítica, con cientos de personas buscando refugio en medio de la violencia. La escasez de suministros médicos y el agotamiento de los generadores de energía agravan la situación, y se teme que el sistema de salud colapse en cuestión de horas.

Antes del ataque al Hospital Al Ahli, ya se contabilizaban 2.778 muertos y 9.700 heridos por los bombardeos israelíes, siendo la mayoría de las víctimas niños. Además, se estima que al menos 1.200 personas están atrapadas bajo los escombros en diferentes áreas de Gaza.

El conflicto persiste con Hamas lanzando cohetes desde Gaza hacia diversas ciudades de Israel, y en respuesta, el ejército israelí continúa sus ataques contra objetivos de Hamas. La ONU también ha sido afectada, con al menos 24 instalaciones atacadas en la última semana.

La situación es sumamente delicada y requiere una acción inmediata para evitar una mayor pérdida de vidas y sufrimiento en la región.