Irán lanzó un ataque con decenas de drones y misiles hacia territorio israelí en respuesta al bombardeo del consulado iraní en Siria el pasado 1 de abril, el cual fue atribuido a Israel. En Israel, las sirenas de alerta resonaron mientras las defensas aéreas interceptaban objetos en el cielo, y Estados Unidos informó que derribó drones que se dirigían hacia el país.
El ataque en Siria, que cobró la vida de siete miembros de la Guardia Revolucionaria de Irán, incluidos dos generales, desencadenó la acción retaliatoria iraní. Aunque Israel nunca se atribuyó la responsabilidad por el bombardeo en Damasco, Irán había advertido que tomaría represalias.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, un firme aliado de Israel, prometió hacer todo lo posible para proteger la seguridad del país. Esta escalada marca un quiebre en la reticencia de Irán a confrontar directamente a Israel, especialmente durante el reciente conflicto entre Israel y Hamás en Gaza.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, declaró que el ejército está preparado para cualquier escenario. Esta situación genera preocupación por una posible escalada del conflicto en la región, mientras las tensiones entre Irán e Israel alcanzan un nuevo punto crítico.