El esperado encuentro entre Atlético Nacional y Junior de Barranquilla, disputado en el estadio Atanasio Girardot, terminó de manera abrupta debido a graves disturbios en las gradas. El caos se desató al minuto 53, luego de un gol de Marino Hinestroza que provocó enfrentamientos entre aficionados en la tribuna norte, dejando un saldo de 21 personas heridas, entre ellas un policía.
Manuel Villa Mejía, secretario de Seguridad de Medellín, informó que de los 21 heridos, varios presentan lesiones de gravedad, por lo que tuvieron que ser trasladados a centros médicos. Testigos y la transmisión del partido detallaron que algunos aficionados fueron agredidos con armas blancas, mientras que otros fueron arrojados desde la segunda planta de las graderías hacia la primera. Además, sillas y vallas fueron lanzadas desde las tribunas, lo que complicó aún más la situación.
Entre los heridos se encuentran seguidores de ambos equipos, así como familiares de los jugadores, quienes estaban ubicados en la tribuna occidental. Ante la gravedad de los hechos, algunos futbolistas del Junior acudieron a la zona para ayudar a evacuar a los afectados y proteger a sus seres queridos.
La Policía intervino rápidamente para controlar la situación y evacuar el estadio de manera ordenada. La Cruz Roja brindó los primeros auxilios a los heridos en el túnel de acceso a los camerinos, mientras las autoridades intentaban dispersar a los involucrados utilizando gases lacrimógenos y aturdidoras.
Tanto la Dimayor como el Ministerio del Deporte han condenado los hechos, y se espera que se tomen medidas para evitar que este tipo de incidentes vuelvan a ocurrir. Aún no se ha fijado una nueva fecha para que el partido se complete.
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