Durante una ceremonia fúnebre en el cementerio Greenmount, al norte de Filadelfia, un accidente transformó un momento solemne en caos. Mientras se realizaba el sepelio de Benjamín Avilés, la plataforma que sostenía a los portadores del féretro colapsó, provocando que varios de ellos, junto con el ataúd, cayeran al interior de la tumba. Uno de los más afectados fue el hijo del fallecido, quien quedó inconsciente con el rostro en el barro, tras recibir el impacto directo del ataúd.
Testigos captaron el momento en video y describieron la escena como traumática. Maribelle Rodríguez, hijastra de Avilés, denunció que las condiciones del lugar eran inadecuadas y responsabilizó tanto a la funeraria Rodríguez como al cementerio por negligencia. Afirmó que la estructura estaba mojada, inestable y visiblemente deteriorada.
Pese a que las personas heridas no presentan un estado grave, las secuelas físicas y emocionales aún son evidentes. La familia, indignada por lo ocurrido, exige una disculpa formal y una compensación, ya que la ceremonia fue interrumpida y marcada por el pánico.
La funeraria y el cementerio no han ofrecido declaraciones hasta el momento, mientras que en el lugar del incidente aún permanecen restos de la estructura colapsada. La familia Avilés no descarta tomar acciones legales, convencida de que todo pudo evitarse con medidas básicas de seguridad.
El hecho revive cuestionamientos sobre las condiciones de los cementerios en Estados Unidos, donde incidentes similares han sido reportados en los últimos años.
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