El Senado de la República aprobó, en su cuarto y último debate, la ley contra el ruido, una iniciativa que busca regular la contaminación acústica y ofrecer herramientas efectivas a las autoridades para mitigar su impacto. Este avance legislativo establece una Política de Calidad Acústica, marcando un hito en la gestión de esta problemática.

El senador Daniel Carvalho, impulsor del proyecto, destacó la importancia de esta norma para fortalecer la convivencia ciudadana: “Las alcaldías tendrán ahora la obligación de implementar planes de gestión contra el ruido, la Policía contará con mayores capacidades de sanción y los ciudadanos tendrán un respaldo para solucionar estos conflictos”.

Entre los principales puntos de la ley se incluye la reforma al Código de Seguridad y Convivencia, la imposición de sanciones registradas en el mercantil para establecimientos reincidentes, y la unificación de la definición de ruido, lo que facilitará la acción de las autoridades en áreas residenciales y comerciales como bares y discotecas.

La senadora Sonia Bernal subrayó el impacto positivo de la medida: “Se trata de proteger la tranquilidad, la convivencia y, por ende, la seguridad de los ciudadanos”. Por su parte, el senador Humberto de la Calle afirmó que el objetivo es fomentar una cultura de respeto al silencio y a la tranquilidad.

El ruido es un problema crítico para la salud pública, según la Organización Mundial de la Salud, ya que puede causar sordera, estrés, ansiedad, hipertensión e insomnio. En ciudades como Medellín y el Valle de Aburrá, el 48 % de los habitantes lo percibe como un problema grave, según datos de la Red de Ciudades Cómo Vamos.

Esta ley representa un paso significativo hacia la construcción de entornos urbanos más pacíficos y saludables, garantizando el derecho al descanso y a la tranquilidad.

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